FORO POR LA PAZ Y LA SEGURIDAD CON JUSTICIA
Todo gobierno es estimado por el grado en que contribuye a la seguridad, el progreso material y el desarrollo cultural de los habitantes de un país o una entidad. Por las maneras en que sus miembros llegan a los puestos de representación y por la responsabilidad con que asumen sus funciones; pero cuando el saldo en estos rubros es negativo, la Sociedad Civil tiene la responsabilidad y el derecho de asumir un papel protagónico para restablecer las condiciones que hagan posible el buen gobierno y la seguridad, en pocas palabras el buen vivir.
Hoy, la sociedad michoacana y la nación toda, padecemos los efectos de múltiples crisis, la mayoría de ellas derivadas de modos equivocados de gobernar. Estamos despeñándonos hacia un escenario catastrófico. La inseguridad campea por doquier y las acciones gubernamentales no han rendido los frutos prometidos. Antes al contrario, empujan a mayores inestabilidades.
La seguridad, es decir la paz pública, no puede lograrse violando las leyes. El uso personal y arbitrario del Ejército Mexicano por parte del Jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón, fue un mal inicio. Otorgarle el papel de policía y de fuerza beligerante a las fuerzas armadas contradice la Constitución.
No se puede combatir a la delincuencia violando la ley, declarando guerras sin el concurso del poder legislativo. Tampoco la paz pública existe sin desarrollo social, sin el progreso de empresas productivas, socialmente útiles, sin empleo, sin salarios remuneradores, sin obra social. Incluso puede afirmarse que la delincuencia prospera cuando el principal responsable de hacer valer la ley y la justicia, en este caso el Estado Mexicano, incumple con su responsabilidad como ocurre hoy en día en nuestra entidad y en todo el territorio nacional. Y menos cuando es incapaz de reconocer, en la persona de quien ocupa la titularidad del ejecutivo, que se ha equivocado dramáticamente.
Nos lastiman las extorsiones, allanamientos de morada, los secuestros y todo tipo de atropellos, bien sean de la delincuencia o de los supuestos encargados de la seguridad y el orden.
La Paz Pública y la Seguridad sólo pueden alcanzarse respetando la ley y procurando la justicia. Las fuerzas armadas deben dejar de ser instrumento personal, dejar de actuar a capricho; deben regresar a sus cuarteles y la Policía Federal debe dejar de ser el brazo ejecutor de venganzas, de fabricante de “enemigos Internos” a quienes se asesina o tortura violentando toda ley.
Mientras esto ocurre, el gobierno local y el federal, articulados con la Sociedad Civil, habrán de poner en marcha un extenso programa de desarrollo social y productivo.
Es hora de que los diversos componentes de la Sociedad Civil y todos aquellos actores políticos comprometidos con la Paz y la Justicia, binomio inseparable, nos encontremos para buscar las salidas necesarias, pacíficas, a fin de impedir que la espiral de violencia que hoy arremete, se convierta en un dato permanente que traerá la ruina de todos, incluso de quienes al margen de la ley han apostado por la delincuencia y el terror.
En este marco; empresarios, iglesias, sindicatos, comunidades indígenas, campesinos, movimientos sociales y civiles, hombres y mujeres estamos invitados al Foro por la Paz y la Justicia que celebraremos este domingo 19 de diciembre a partir de las 12 del día en la plaza Benito Juárez de la ciudad de Morelia, a fin de proponer salidas y acciones para reconstruir los equilibrios que nos permitan recuperar la seguridad perdida y la esperanza en nuestro estado.
Atentamente
ASOCIACIÓN DE TRABAJADORES DEL ESTADO DE MICHOACAN (ATEM)
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