DIEGO FERSANCHO DE CEVALLOS... EDICION 1531 MACHETEARTE

Diego Fersancho de Cevallos y la Red por la Transformación Global

Por Sirahuén Millán J.
“Que hablen de mi, aunque sea mal…”, contaba Don Quijote a Sancho Panza, quien atento le escuchaba; ”...por verse con fama, aunque infame”, concluía el viejo en su locura, sin detener el paso su montura.
Tal es el caso de la reaparición del Jefe Diego, aun semi escondido detrás de una barba estilo Sancho Clos que de tan ridícula provoca la risa de propios y extraños. La frase arriba citada, extraída de la obra de Cervantes, con el tiempo se ha convertido en un slogan publicitario muy común entre los seudo artistas decadentes de la farándula, que a falta de talento artístico se dedican a provocar escándalos para que el público no los olvide. Ahora se ve que en política también se recurre a este tipo de prácticas con cierto éxito.
Si el secuestro del quijotesco Jefe Diego se trató de un montaje desde el principio, o bien que su liberación fue “ingeniosamente” aprovechada para montar un show mediático, el caso es que en las más altas esferas del poder nacional se encuentran tan preocupados por la ingobernabilidad, que no dejaron pasar la oportunidad de atraer la atención mundial y tratar de levantar el rating político del desprestigiado personaje, el de su partido y el del gobierno calderonista; todos con imágenes tan deterioradas por sus torpes medidas, que se hayan en los sótanos de la popularidad, o más bien en las cloacas de la política como figuras públicas.
Pero más allá de lo evidente; tratando de no caer en la distracción que provoca el escándalo resultante del regreso de un viejo fanático que en su encendida imaginación cree que viene por su Dulcinea, después de enfrentar a gigantes molinos de viento, habría que rescatar ciertos aspectos que pudieran ser aprovechados por el movimiento social en su conjunto para hacer avanzar la lucha por un México mejor, en contra de las burguesías que se tambalean políticamente, pero que se aferran como perros a su hueso.
Lo que ya se sabe del caso Diego, es que el estado aprovecha el extenso comunicado de los presuntos secuestradores titulado “Epílogo de una desaparición”, para abrir una nueva etapa hacia el ‘prólogo de un protagonismo’, pero lo que no se ha dicho es que el lenguaje utilizado en su redacción está cuidadosamente pensado para ser convocante de las principales fuerzas consideradas de izquierda en este país, radicales o reformistas, a unirse en contra del enemigo común, que es la elite empresarial, política, episcopal, y militar que tiene secuestrado al Estado y somete a la mayoría de los mexicanos. Algunas de las claves podrían ser las siguientes:
• Primero que nada, las denominación “Red por la Transformación Global”, es indicativa de dos cosas: la primera presume están constituidos por muchas células comunicadas entre sí, y la segunda es que visualizan el campo de su lucha más allá de nuestras fronteras, es decir, que ubican al enemigo no solo como local, sino en todo el mundo.
• El discurso a lo largo del comunicado es nacionalista y justiciero, pero la distinción que hacen entre “Nosotros pobres” contra “Ellos ricos”, no hace alusión a una película chafa de Pedro Infante, sino que se refieren a categorías de la lucha de clases que Marx establece en el desarrollo histórico del materialismo dialéctico.
• No descalifican, ni descartan otras opciones de lucha pacíficas, como el movimiento encabezado por López Obrador y acusan que Diego delató en sus cartas a muchos de los personajes que el mismo AMLO había denunciado previamente en su libro ‘La mafia que se adueño de México’, lo que no significa que ganen las simpatías de los amloistas, pero al menos evitan provocar su rechazo automático.
• Cuando dicen “Nuestros países Colombia y México”, nos remontan a la gran similitud existente entre ambas naciones, que tienen gobiernos pro-fascistas peleles de los gringos, territorios fuertemente intervenidos por el ejército yankee, so pretexto de ayudar al combate contra el narco y crimen organizado, pero cuyas reales intenciones son aniquilar a las disidencias rebeldes y guerrillas armadas existentes en cada uno.
• Mencionan en varias ocasiones a “los de abajo” al referirse a los oprimidos, tampoco en este caso es por la obra clásica de Mariano Azuela, sino posiblemente para identificarse con el lenguaje de los zapatistas y la Otra Campaña; si bien omiten agregar ”…y a la izquierda”, no olvidan mencionar a “el mal gobierno” al referirse a un Estado violento que utiliza la cultura para presentar a quienes lo combaten como enemigos de la sociedad.
• Reivindican que “Otro México es posible”, una consigna adaptada del Foro Social Mundial (FSM), que puede llamar su atención, pues en su declaración expresan: “el FSM es un espacio de articulación de movimientos sociales” en el que convergen, redes, Ongs y organizaciones de la sociedad civil, “que se oponen al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de imperialismo”. El FSM se configuró a partir de un proceso plural, diverso, y mundial, de carácter no confesional, no gubernamental y no partidario de búsqueda y construcción permanente de alternativas políticas al neoliberalismo.
• Casi al final hacen mención de la posibilidad de construir un “poder popular”. El PP es un concepto asociado al socialismo, pero quizá el escrito esté buscando de entrada no caerle mal a organizaciones como las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), en Oaxaca, quienes definen el concepto como: “la lucha popular revolucionaria donde confluyan todas las formas de lucha: las acciones políticas de masas (toma de edificios, carreteras, huelgas parciales o totales), el sabotaje a la oligarquía y sus intereses, la lucha electoral y parlamentaria, las barricadas, etcétera. Todo lo que surja de la creatividad del pueblo. En síntesis, el impulso y desarrollo de todas las formas de lucha que permitan la creación del poder popular: el poder del pueblo”.
Los arriba descritos son solo indicios; no pretenden confirmar que los antes “misteriosos desaparecedores”, ahora RTG, estén relacionados orgánicamente con las corrientes que se mencionan. Pero pronto sabremos más según las acciones violentas, o no, que lleven a cabo en contra de la violencia sistemática del Estado.