POSICIONAMIENTO SOBRE LAS ELECCIONES INTERNAS DEL 7 DE SEPTIEMBRE
El domingo 7 de septiembre se llevó a cabo la jornada electoral para elegir a los integrantes de los Consejos Municipales, Consejos Estatales, el Consejo Nacional y Congresistas Nacionales.
A solicitud del PRD, la elección fue organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), lo cual permitió tener mayores garantías de imparcialidad, legalidad y profesionalismo para darle credibilidad y certeza al proceso electoral interno. Es un gran avance.
La organización no estuvo exenta de problemas, algunos de los cuales se vieron reflejados en la jornada electoral, en especial, el tema del padrón y la lista nominal donde hubo exclusiones, el registro de las planillas, además de la ubicación de casillas.
La actuación del INE estuvo a la altura de las circunstancias. En el futuro es deseable que en el actuar de los vocales de las juntas locales y distritales, se eviten criterios diferenciados y no apegados a los lineamientos y al Convenio que firmen el PRD y el INE, en asuntos como el registro de planillas, el reconocimiento a los representantes de estas últimas. Desterremos actuaciones cuestionables, parciales, facciosas, el día de la jornada electoral, como las situaciones que se acreditarán y se presentarán las quejas ante las instancias correspondientes, en particular en el caso del Estado de México.
La organización de las elecciones internas tuvo un avance, sin lugar a dudas, con relación a anteriores procesos electivos, donde ha habido un cuestionamiento profundo al actuar de los órganos del PRD responsables de nuestras elecciones internas.
Desde días previos a la elección y el mismo 7 de septiembre, se se observó una serie de hechos que vulneran la legitimidad del proceso. Hechos que nada tienen que ver con una competencia democrática y equitativa. Nos referimos a las denuncias sobre la intervención de los gobiernos municipales, estatales y el gobierno federal a favor de algunas planillas; la entrega de dinero a cambio de votos; la distribución de despensas; el condicionamiento de programas sociales, la intimidación a los votantes. Todo ello propio de una cultura clientelar, corporativa y antidemocrática que se reflejó en los resultados electorales a favor de las planillas que pregonan la continuidad y la inercia burocrática en el partido.
Reprobamos este tipo de prácticas, no podemos tolerar ni mantenernos callados e indiferentes ante acciones que abonan al deterioro de la credibilidad e imagen de nuestro partido. Asimismo, acudiremos a las instancias jurisdiccionales internas y externas, en pleno uso de nuestros derechos, para que se deslinden responsabilidades y no se altere la verdadera voluntad de las y los militantes del PRD. Las y los militantes deben ser ciudadanos libres y conscientes, no clientelas ni mercancías que se pueden comprar o manipular.
Al PRD no lo fundamos para que se convirtiera en un ente sin principios, ideología ni convicciones y con prácticas clientelares. No es ese el partido por el que muchos dieron la vida o sufrieron cárcel y persecución. Por ello, daremos la batalla, para recuperar la vida democrática y la línea política, que nos ha hecho confiables para millones de mexicanas y mexicanos.
La elección definió una disyuntiva para el PRD y sus militantes: continuidad o cambio; colaboracionismo u oposición verdadera ante el gobierno de Peña Nieto; subordinación al gobierno federal o partido independiente; legitimación de las políticas privatizadoras u oposición al modelo neoliberal; oposición “leal” y funcional al régimen o alternativa de poder real; burocratismo o vinculación real con la sociedad y los movimientos populares.
La tendencia de los resultados internos indica que se mantendrá el continuismo. Ese es un mal mensaje para la verdadera militancia y la ciudadanía que confía en un proyecto progresista y democrático.
Las fuerzas que suscribimos seguiremos juntos en la lucha por el rescate del PRD y su reforma interna para hacerlo un proyecto partidario viable y vigente. Debemos recuperar la independencia del PRD, definir con claridad su perfil opositor; queremos un PRD alejado del sectarismo y del oportunismo. El PRD debe consolidarse como el principal referente de la izquierda mexicana y eje articulador de la unidad de las izquierdas. El PRD debe ratificar su carácter opositor frente al gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, frente al PRI y frente al PAN.
Habremos de reforzar la estrategia en defensa del petróleo y por la realización de la Consulta Popular, encabezados por el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El FAI y el PRD debemos abonar al reposicionamiento de la izquierda y las fuerzas progresistas hacia las elecciones del 2015 y el 2018. En esa lógica vamos a trabajar intensamente.
El PRD debe iniciar la construccion de un Bloque Nacional social, político y electoral que agrupe partidos políticos y fuerzas sociales progresistas, democráticas y de izquierda que de esperanza y alternativa al pueblo mexicano en el 2018.
Convocamos a militantes y dirigentes a no bajar la guardia, a no perder la fe y la esperanza, a continuar la lucha por rescatar al PRD y su proyecto originario: ser una alternativa al autoritarismo y a las políticas privatizadoras y excluyentes; ser una izquierda democrática, transformadora, libertaria, comprometida con la nación y las causas populares.
¡Democracia ya, Patria para todos!
COALICIÓN DE IZQUIERDAS
IZQUIERDA DEMOCRÁTICA NACIONAL
MOVIMIENTO NACIONAL PATRIA DIGNA
MOVIMIENTO PROGRESISTA
Ciudad de México 9 de septiembre de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario