Construyendo una Izquierda más vital
Melquiades Pérez González
1) Siempre hemos considerado que los partidos políticos, pero en especial a los de izquierda, que son expresiones sociales que representan intereses sociales. Al nacer el PRD tuvo entre sus objetivos principales la democracia plena, la búsqueda de la verdad histórica anulada por las políticas oficiales , la justicia en su más amplio concepto que abarca lo social , el mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores y sectores marginados, la lucha contra las privatizaciones de los sectores estratégicos, entre otros objetivos, lo que le dio al PRD un carácter fuertemente nacionalista, que algunos sectores de la derecha interpretaron como similitudes con el discurso del PRI, cuando PRD y PRI son diametralmente opuestos; el PRI de un partido nacionalista y popular ha devenido en un partido neoliberal, el PRD a pesar de sus grandes deficiencias se mantiene en esencia como un partido de izquierda con un fuerte componente anti neoliberal principalmente en su base y en el actuar de sus militantes. De los objetivos que se plateo el PRD en su surgimiento poco de eso se ha logrado. La situación de los sectores populares -que son la mayoría de la población- está marcada por la explotación, el endeudamiento, la falta de garantías laborales, la cesantía, la precariedad del trabajo y la incertidumbre. Y la Izquierda, que es la fuerza social, cultural y política encargada de representar los intereses del pueblo, todavía necesita rearticularse y elaborar una alternativa de plena democracia y justicia social para derrotar a los neoliberales dentro del gobierno
2) Todavía no terminan de percibirse las consecuencias de los cambios producidos en estos años, durante los 5 gobiernos neoliberales –tres del PRI y dos del PAN- Pero no es difícil observar cambios sobre todo en el sector juvenil de la población Se han implantado nuevos modos de vida, visiones de sociedad, vínculos y quiebres morales. La atomización social y el individualismo imperan bajo el estímulo de una competencia despiadada que ha generado un egoísmo social extremo. Muchos de esos cambios se pretenden explicar únicamente a los cambios culturales que se han producido a escala mundial, marcados por la globalización capitalista. Es cierto que esta influencia ha afectado a grandes sectores de la población, pero también ha influido que la izquierda abandono el terreno ideológico y cultural en la población para enfocarse únicamente en las luchas internas y electorales que han absorbido la mayoría de sus fuerzas y han ocasionado el alejamiento de grandes sectores sociales de las políticas de la izquierda, lo que ha ocasionado la perdida de millones de votos, que se han ido principalmente hacia el PRI como lo demuestran las encuestas más recientes donde la juventud se inclina mayoritariamente por considerarse de derecha, una tarea central es la recuperación de las políticas ideológicas y culturales, principalmente al interno del PRD para rearmarse en lo ideológico, política y culturalmente para trascender hacia los sectores que hemos abandonado
3) México no ha podido transitar en la línea que otros países latinoamericanos donde sus sociedades han podido recuperarse de las políticas depredadoras neoliberales. Sus pueblos han obteniendo avances democráticos y contra el modelo capitalista neoliberal, como sucede en Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc.
4) En 1989 hubo un cambio radical en el mundo, fue el año del derrumbe de lo que ese entonces se llamaba campo socialista, su bastión la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) y en toda Europa del Este desapareció. Fue un año de dramáticos cambios, provocados por un complicado conjunto de factores. En Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia y Hungría, los partidos comunistas perdían el poder y aparecía en su lugar multitud de nuevos partidos, en algún momento los viejos y desprestigiados partidos políticos intentaron cambiar a una versión menos radical transformándose en su versión socialdemócrata. No tuvieron éxito en Checoslovaquia, Hungría y Rumania ,por mencionar solo algunos países
5) Junto con estos fenómenos y principalmente con la caída del socialismo, también hubo un quiebre en las ideas. De pronto la izquierda ya no tenía referentes ideológicos. La teoría política sustentada en los clásicos del socialismo no podía explicar lo sucedido en el campo socialista. De pronto se empezó a hablar de que la historia había concluido y la teoría neoliberal con su planteamiento ideológico de globalización, libre mercado y pragmatismo basado en el individualismo parecía invencible. Pero como todo fenómeno social sólo tiene consistencia en un momento histórico, empezaron a surgir grupos, partidos y críticos que cuestionaron los terribles estragos que provoca la aplicación del modelo económico basado en la teoría neoliberal, dando paso a nuevos planteamientos teóricos que retomaron la esencia con que surgió la izquierda: la justicia social, la dignidad, la solidaridad, la democracia, el bienestar básico de la humanidad, los derechos humanos, etc. Con ello se demostraba que la izquierda no había muerto, sino que estaba renaciendo con nueva fuerza quizá todavía no suficiente para derrotar al neoliberalismo, pero como una indudable opción.
6) Actualmente reaparecen propuestas para reagrupar a las fuerzas sociales y políticas para impulsar el verdadero cambio lo que es la esencia de lo que llamamos izquierda y hoy necesita un nombre de mayor alcance y más profundo contenido. La actual izquierda debe asumirse como un movimiento político-social amplio, que se plantee rescatar y dignificar la política como una actividad social.
7) El programa de la izquierda debe desarrollar las transformaciones de fondo que requieren los trabajadores, campesinos, pobladores y estudiantes, las minorías étnicas, los pensionados, jubilados, los jóvenes y mujeres.
8) La izquierda debe representar un bloque de poder que asuma la responsabilidad histórica de conducir a la sociedad hacia la reconstrucción de una democracia real.
9) El desafío es construir una fuerza político social de carácter nacional, democrático, unitario, solidario, que recoja las más nobles tradiciones de nuestra vida republicana y se inspire en los principios y valores humanos que han caracterizado al movimiento social.
10) Debemos construir una fuerza política que surja desde el mundo social, desde las bases, para dar respuesta a la urgente necesidad de una clara alternativa, ir más lejos que la izquierda tradicional, tanto en sus formas de organización como en sus planteamientos programáticos.
11) La izquierda tiene el reto de no limitarse a forjar solamente un instrumento electoral y llamarlo partido, de hacerlo, sin lugar a dudas, ante las primeras derrotas electorales se agotará tal instrumento y entrará en una crisis de identidad, donde no encuentre lugar adecuado, ni como instrumento electoral ni como Partido.
12) Una partido de izquierda alejado de las organizaciones sociales es una organización sin raíces, que tarde o temprano morirá por inanición al no poderse nutrir de lo que le ha dado identidad y origen como fuerza social, política e ideológica.
13) No cabe duda de que amplios sectores populares están esperando que surja una izquierda que se transforme en un instrumento de trabajo amplio y unitario, que combine lo electoral con los movimientos reivindicativos, sociales y sindicales en un adecuado balance y que sea capaz de coordinar y conducir a todo el movimiento político-social que se enfrenta decisivamente a las políticas antipopulares de los gobiernos neoliberales.
14) Reagrupar fuerzas es tarea prioritaria, si se quiere cambiar la situación social que se vive en el mundo. Se debe trascender el plano estricto de la luchas internas y acercarse a movimientos como el sindical, e incorporar a la diversidad social que se expresa en abundantes colectivos sociales y juveniles. Asimismo debe atraer a especialistas, profesionales, intelectuales y artistas que enriquecen las luchas populares y forman parte del movimiento popular en conjunto del movimiento, hoy reducido y debilitado, que se expresa en infinidad de pequeñas organizaciones, las cuales son parte de la compleja realidad social de los países. Todos debemos caminar unidos para convocar a la inmensa mayoría del pueblo a cambiar a los países por un modelo más igualitario.
15) La fuerza social y política alternativa de la izquierda debe diferenciarse de las organizaciones sociales y políticas existentes por una visión de mayor alcance, capaz de ganar liderazgo para conducir la lucha por los cambios profundos que el pueblo anhela.
16) La crisis de los partidos políticos y organizaciones sindicales tiene mucho en común. Ni unos ni otros han logrado asumir el cambio que vive la humanidad. Esta época hace ineficaces los aparatos burocráticos centralizados, por más disciplinados y poderosos que sean, pues no recogen la turbulenta diversidad social existente ni la irreversible decisión de hacer respetar los principios democráticos que rechazan el caudillismo y el mesianismo.
17) Esta es una época de cambios, de liderazgo, de un estilo nuevo de hacer política, enarbolando posiciones éticas y rescatando la justicia social como el valor más importante a conquistar. De algún modo este tiempo es similar al que enfrentaron nuestros antepasados en México en las grandes luchas de independencia, de la reforma y de la revolución, su fuerza, su espíritu unitario y creatividad deben inspirarnos.
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