P R D 2012: ¿RECICLARSE O REFUNDARSE?
Por REDIR-MLN
José Camilo Valenzuela
18 de septiembre 2012
A.- La iniciativa de AMLO poniendo a discusión
la posibilidad de que Morena se
convierta en partido político con registro, ha tenido un efecto negativo y otro que pudiera ser
positivo:
1.- Eludir el reto de reforzar las
movilizaciones que fuerzas político-sociales despliegan contra la imposición de Peña Nieto y la
continuidad del despiadado y desastroso rumbo neoliberal; lo que gran parte
de los 16 millones de electores que lo apoyaron esperaban, en congruencia con
el planteamiento de desobediencia civil que había anunciado que convocaría, para revertir el tercer atraco
electoral contra el movimiento ciudadano
popular, reabriendo la vía democrática electoral azolvada por el régimen
político corrupto, apátrida y antipopular neoliberalizado.
2.- El
que pudiera ser un efecto positivo, es el impacto en la rutina y las cuentas
alegres que las elites de los partidos de la izquierda institucional hacían a
partir de los votos y puestos alcanzados en la elección de julio del 2012,
obligándolas a replantearse no solo la
discusión de su existencia como fuerzas puramente electorales que ahora
competirían desde 4 registros, sino que
también genera la posibilidad de una
participativa y profunda discusión de todas las fuerzas patrióticas y
democráticas anti neoliberales de México, que coloque en el centro los porqués de que nuestro pueblo no
haya podido liberarse de la dominación del gran capital extranjero y nacional,
a pesar de que fue pionero en América Latina en conformar un
Movimiento Democrático Nacional con
capacidad de derrotar en las urnas a sus verdugos desde 1987-88.
Se trata entonces, de poner a discusión los cambios de principios y cultura, así como político-organizativos que el Movimiento
Democrático Nacional debe procesar para alcanzar el gobierno y dar paso a
la reconstrucción post neoliberal de México.
De manera especial, en tanto el PRD ha sido el principal referente político-electoral de
ese sujeto del cambio, se trata de analizar
sin miramientos nuestra responsabilidad en esa incapacidad que ha permitido 30
años de depredación que han hecho de México una semi colonia y
semiprotectorado de la todavía primera potencia imperialista.
B.- Aunque parece increíble, la imposición de Peña Nieto ha generado menos preocupación en las
élites perredistas que la iniciativa de abrir discusión en torno a la
transformación de Morena en partido político.
Ello expresa que, por sobre la suerte del país y el pueblo, lo que
más preocupa son los intereses del corporativo electoral en que ha devenido el
PRD
Para tender a superar esta aberrante inercia, fruto de la fuerza
que ha cobrado la dinámica burocrática en el P R D y el peso de los intereses
de las élites dominantes en él, un
segundo gran tema que debiera abordar esa participativa y profunda discusión de
las fuerzas patrióticas y democráticas, es caracterizar el papel del gobierno
que encabezará Peña Nieto en la avanzada fase de imposición del agresivo rumbo
neoliberal y, por ende, los lineamientos y tareas para fortalecer la lucha y
las fuerzas del Movimiento Democrático Nacional, para encarar
contrarreformas y políticas que agravarán la ya difícil situación nacional
económica, social, ecológica, de violencia, corrupción e impunidad.
Especial atención debe merecer el análisis de la situación en que coloca el tercer atraco a
la vía electoral, porque no basta
ratificar le fe en ella y, en cambio, es
indispensable relanzar la lucha por una transición democrática a fondo, que
reabra la vía pacífica para darnos un rumbo nacional y popular de
desarrollo y revertir el despliegue de
la militarización del país como método principal de imposición del ya insostenible
sacrificio popular-nacional.
C.- Un tercer tema indispensable es que instrumento
político partidario necesita el Movimiento Democrático Nacional, encarando
superar la impotencia que ha tenido desde 1988 para enfrentar y
derrotar a las fuerzas neoliberales que, como lo han demostrado, desde entonces,
en 2006 y en 2012, no tienen límites legales, políticos, mediáticos, económicos,
ni éticos, en tratándose de conservar el gobierno y seguir pasando a cuchillo a
la nación y el pueblo.
El agotamiento del P R D, como partido de lucha y
portador de cultura democrática, solo podremos tender a superarlo, si nos
salimos de la lógica de que la cuestión es redefinir el pacto interno y meterle cambios a
la estructura estatutaria. Eso lo hemos intentado desde 1999 y en lugar de
refundación, la vida interna se ha empobrecido y el funcionamiento de sus
organismos desaparecido o reducido a meros asuntos operativos, imponiéndose
decisiones tan elitistas y verticales que podrían ser calificadas de
oligárquicas. Como se reconoció en el
informe al Congreso Nacional de diciembre del 2009, el principal problema de la
vida interna es el predominio de la cultura priista en su seno.
D.- Por todo lo expuesto, el P R D debe refundarse generando
una iniciativa que jalone la refundación de la izquierda institucional que se
agrupó en la coalición Movimiento Progresista, y que convoque e incorpore a
fuerzas y personalidades de la izquierda extra institucional, social e
intelectual, asumiendo que requerimos unidad estratégica y flexibilidad
táctica, así como asumir en serio la construcción de normas y prácticas de
cultura democrática.
La iniciativa que
podría dar paso a esa discusión de mediano plazo para refundar al referente
político del sujeto del cambio democrático-nacional, es la convocatoria a
formar un partido frente de izquierda poniendo el registro del P R D a
disposición, invitando a P T, M C y Morena – AMLO a compartir la convocatoria.
El paso inmediato a
dar, es convocar a un Congreso Nacional del P R D en el menor tiempo posible,
para que apruebe esta iniciativa refundadora de la izquierda y con fuerte
impacto en la lucha popular y democrática en el corto y mediano plazo.
Habría que elaborar
una agenda temática, diseños metodológicos y una ruta para llevar la discusión
a todas las ciudades y comunidades, con dinámicas participativas para que se
expresé la voz y el sentir de la clase activista y militante, mas que las
estructuras de dirección burocratizadas.
Desde luego, que a la
par que esta discusión, hay que movilizarse para impedir contrarreformas, imponer reformas democráticas, como la
revocación de mandato para destituir a Peña Nieto en el menor plazo posible.
Desde luego que este
proceso de refundación no es de meses, si no de mediano plazo, pero al final de
la discusión y movilizaciones, el P R D y toda la izquierda institucional será
más izquierda y menos institucional, más de lucha transformadora y constructora
de cultura democrática y menos aburguesada e integrada al orden neoliberal dominante.
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